Llegó el mes de septiembre y dejamos atrás los días de verano. Ahora entramos en una época en la que las noches son más largas y, por tanto, necesitamos más luz. Además, el precio de la electricidad subió un 3,2 % el pasado agosto, lo que hace más cuesta arriba esta nueva temporada.

Por eso, queremos facilitaros unos pequeños consejos que os ayudarán a ahorrar en el suministro de la luz en esos días de frío en que el contador no deja de dar vueltas. Si seguimos estas sugerencias (algunas de ellas muy sencillas), podremos ahorrar hasta un 40% en el próximo recibo.

Así que… ¡Tomad nota!

– Desconectar todos los equipos informáticos y pantallas de televisión cuando no se estén utilizando (nada de apagarlos desde el mando a distancia).

-Poner el lavavajillas, la lavadora o la secadora a plena carga, pues trabajarán a la misma potencia cada vez que se utilicen.

– Reemplazar los antiguos electrodomésticos (cuando sea necesario renovarlos) por otros de clase energética A o superior (ya os hablamos de las etiquetas energéticas en otra ocasión).

– Mantener siempre limpia y ventilada la parte trasera del frigorífico.

-Utilizar (en la medida de lo posible) programas de baja temperatura para el lavavajillas y la lavadora, pues nos ahorraremos la energía empleada en calentar el agua.

– Encender el aparato de aire acondicionado a una temperatura en torno a los 25º C.

– Pintar las paredes y techos de colores claros, que favorecerán la iluminación natural.

– Sustituir las lámparas de la vivienda u oficina por otras de tecnología led (la inversión será elevada, pero el consumo de las luminarias descenderá en un 70%).

Estas y otras muchas ideas nos permitirán observar cómo disminuye notablemente nuestro consumo de luz. ¡Un buen puñado de nuestros clientes ya lo han comprobado!

Hoy queremos mostraros una pequeña prueba que hemos realizado para comprobar el ahorro que se consigue con la iluminación led, tan de moda en estos momentos.

Nosotros ya estamos convencidos, pues nuestros clientes ya lo han probado y aquéllos que lo disfrutan desde hace tiempo han visto reducido su gasto en la factura de la luz. Todo esto nos alegra y nos anima a seguir adelante, aconsejando a todos que se pasen al bajo consumo, al ahorro.

El otro día medíamos el amperaje de una lámpara PL de 26 w, y después hacíamos lo propio con la lámpara led que sustituiría a la anterior.

La primera tenía un consumo de 0,29 A

Mientras que el de la segunda era de 0,01 A

Haciendo los cálculos pertinentes, concluimos que la lámpara led consume aproximadamente un 65% menos.

Así pues, os animamos a que os lo penséis… Consultadnos, preguntad cuanto queráis y dadnos la lata. Estaremos encantados de haceros un estudio de ahorro energético de manera gratuita.

Porque, con el led, ahorras tú y ahorramos todos.

¿Alguna vez os habéis preguntado qué contienen las etiquetas que encontramos en muchos electrodomésticos?

Esas etiquetas nos permiten conocer de forma rápida la eficiencia energética del aparato al que acompañan, por lo que todos los electrodomésticos a la venta en Europa deben incluirla obligatoriamente.

Todas las etiquetas cuentan con una parte común en la que se hace referencia a la denominación del aparato, a la marca y a la clase de eficiencia energética. Por otro lado, existe un segundo apartado en el que se recogen las características del electrodoméstico atendiendo a su funcionalidad; por ejemplo, el consumo de agua para un lavavajillas.

Como se puede apreciar en la imagen, hay siete clases de eficiencia, las cuales se identifican mediante un código de colores y letras, que varían desde el color verde y la letra A (mayor eficiencia) hasta el rojo con la letra G (menor eficiencia).

Los electrodomésticos que deben contar obligatoriamente con una de estas etiquetas son los frigoríficos, congeladores, lavadoras, secadoras, lavavajillas, fuentes de luz domésticas, hornos eléctricos y aparatos de aire acondicionado. También las bombillas deben contener una etiqueta de estas características.

Las bombillas también están obligadas a llevar la etiqueta energética.

La clasificación de las bombillas es la siguiente:

Lámparas Led: clase A.

Lámparas fluorescentes y lámparas fluorescentes compactas: clase A y B.

Lámparas halógenas: clase C  y D.

Lámparas incandescentes: clase E.

En lo que se refiere a la construcción de edificios, los inmuebles precisan de un certificado de eficiencia energética, es decir, un documento que mida el consumo necesario para satisfacer la demanda de energía del edificio en condiciones normales. Este certificado, cuya validez es de diez años y ha de ser expedido por un técnico cualificado, también cuenta con una etiqueta energética que, en esta ocasión, oscila entre las letras A y B.

Así que, desde hoy en adelante, prestad atención a cada etiqueta que os encontréis y os aportará muchísima información sobre el producto al que acompaña.